Con frecuencia los impulsos se dan de manera positiva para iniciar el desarrollo de alguna actividad. Pero no es de esa clase de impulso de la que voy a tratar.
Me refiero a aquellas reacciones, que si bien son intencionadas o no, generalmente se realizan sin pensar o analizar al fondo las cosas.
Algunas veces podemos, a causa de los impulsos , lastimar o ser lastimados por alguien.
Es por eso que siempre considero importante analizar la situación y pensar bien que decir antes de actuar, sin dejarse llevar por las emociones tales como la cólera, envidia, rencor, etc; las cuales envenenan la mente y por consiguiente no permiten ver las cosas desde una manera objetiva, proponiendo una solución, sino que uno mismo se cierra en sus ideas y no es lo suficientemente maduro y capaz de al menos escuchar lo que el otro tiene para decir.
Es cierto que pueden haber culpables o causantes, pero eso no les quita el derecho de explicarse y dejar las cosas en claro, porque podrían lastimar a gente muy buena solo por el hecho de desahogarse y no pensar.
Además, un amigo hace eso ¿no?. Escucha, analiza, entiende y comprende. Finalmente perdona y aprende algo de la otra persona.
Y como a esta edad estamos muy propensos a actuar sin pensar en las consecuencias, es momento de detenernos y hacerlo. Así aprendemos a escuchar, no nos cerremos en nosotros mismos y evitamos lastimar a la gente que nos quiere.
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